En mi caso mi problema con la constancia no es ninguna de las opciones que has mencionado, sino todo lo contrario: demasiado aplicar el mantra de enfoque y "estrategia"
¡Qué potente eso, Gabriel! A veces tanta estrategia termina sofocando la constancia. Me ha pasado que cuando todo se vuelve demasiado estratégico, entro en "parálisis por análisis".
También. Pero lo más habitual en mí es el aburrimiento de tener que descartar todo ese universo enorme de cosas fascinantes que no son la especialización o "el nicho". Qué tedioso y vacío centrarse en una sola cosa...
Norka, qué necesario este post. Me has recordado mi propia época de "supermujer disciplinada" - esa que puede con todo, siempre constante, siempre disponible. Tener cero pausas lo vendía como productividad cuando en realidad era incapacidad para parar.
El problema del mito de la supermujer es que nos hace creer que la disciplina férrea es una virtud femenina admirable, cuando en realidad es autoexigencia tóxica.
Creo que a las mujeres nos cuesta el triple darnos esos "espacios de distracción" sin sentirnos egoístas. Como si relajarse fuera un privilegio que hay que ganarse después de vaciar el lavavajillas y responder todos los emails. 🙄
Me siento identificada cien por cien, por querer hacerlo todo perfecto y ser cuanto más productiva mejor… hacer por hacer no es sano, dejando de lado mi bienestar, momentos de ocio, dejándome para después… gracias por este artículo que en estos momentos resuena mucho con el momento en el que me encuentro.
Araceli, qué bonito leerte y gracias por compartirlo con tanta honestidad.
Esa sensación de “hacer por hacer” es tan común… y tan silenciosa. A veces nos damos cuenta tarde de que nos veníamos dejando para después.
Me alegra muchísimo que este artículo te haya resonado justo ahora. Ojalá te sirva como un recordatorio amable para volver a ti, poco a poco, sin culpa. 💛
Como me identifico Norka. Durante años fui esa nazi del rendimiento, de enfocar todo al trabajo a rendir y a cómo podía ser más productiva, sin darme los espacios necesarios para descansar y reconectar. Aún a día de hoy, tengo esa tendencia, pero, al menos, ahora trato de darme cuenta y parar!
Súper interesante lo que comentas dd los bloques de colores!
Isabel… qué identificada me siento contigo. Esa “nazi del rendimiento” nos ha hecho compañía a muchas, ¿no? Y aunque ya sepamos parar, esa voz interna a veces vuelve a tocar la puerta.
Lo de los bloques de colores me ha salvado de caer otra vez en ese bucle: me ayuda a mover tareas de manera estratégica...🙃
En mi caso mi problema con la constancia no es ninguna de las opciones que has mencionado, sino todo lo contrario: demasiado aplicar el mantra de enfoque y "estrategia"
¡Qué potente eso, Gabriel! A veces tanta estrategia termina sofocando la constancia. Me ha pasado que cuando todo se vuelve demasiado estratégico, entro en "parálisis por análisis".
También. Pero lo más habitual en mí es el aburrimiento de tener que descartar todo ese universo enorme de cosas fascinantes que no son la especialización o "el nicho". Qué tedioso y vacío centrarse en una sola cosa...
Norka, qué necesario este post. Me has recordado mi propia época de "supermujer disciplinada" - esa que puede con todo, siempre constante, siempre disponible. Tener cero pausas lo vendía como productividad cuando en realidad era incapacidad para parar.
El problema del mito de la supermujer es que nos hace creer que la disciplina férrea es una virtud femenina admirable, cuando en realidad es autoexigencia tóxica.
Creo que a las mujeres nos cuesta el triple darnos esos "espacios de distracción" sin sentirnos egoístas. Como si relajarse fuera un privilegio que hay que ganarse después de vaciar el lavavajillas y responder todos los emails. 🙄
Totalmente Carol, tenemos que llevar a la luz la disciplina y hacerla flexible para que no pese.
Me siento identificada cien por cien, por querer hacerlo todo perfecto y ser cuanto más productiva mejor… hacer por hacer no es sano, dejando de lado mi bienestar, momentos de ocio, dejándome para después… gracias por este artículo que en estos momentos resuena mucho con el momento en el que me encuentro.
Araceli, qué bonito leerte y gracias por compartirlo con tanta honestidad.
Esa sensación de “hacer por hacer” es tan común… y tan silenciosa. A veces nos damos cuenta tarde de que nos veníamos dejando para después.
Me alegra muchísimo que este artículo te haya resonado justo ahora. Ojalá te sirva como un recordatorio amable para volver a ti, poco a poco, sin culpa. 💛
Como me identifico Norka. Durante años fui esa nazi del rendimiento, de enfocar todo al trabajo a rendir y a cómo podía ser más productiva, sin darme los espacios necesarios para descansar y reconectar. Aún a día de hoy, tengo esa tendencia, pero, al menos, ahora trato de darme cuenta y parar!
Súper interesante lo que comentas dd los bloques de colores!
Isabel… qué identificada me siento contigo. Esa “nazi del rendimiento” nos ha hecho compañía a muchas, ¿no? Y aunque ya sepamos parar, esa voz interna a veces vuelve a tocar la puerta.
Lo de los bloques de colores me ha salvado de caer otra vez en ese bucle: me ayuda a mover tareas de manera estratégica...🙃